Empleo y jóvenes: nuestra apuesta de futuro
Tenemos que poner de manera inmediata el empleo de los jóvenes en el
centro de las prioridades de la recuperación económica para evitar el
riesgo de que toda una generación quede afectada.
La crisis económica global ha puesto de manifiesto la fragilidad de los
jóvenes en el mercado de trabajo. Muchos jóvenes abandonaron el sistema
educativo para ocupar puestos de trabajo precarios, poco cualificados y
muy frágiles, ligados a la burbuja de la construcción.
Además, la crisis económica ha cerrado las puertas del empleo para una
proporción elevada de jóvenes que ve frenado su acceso a un primer
empleo.
Debemos concebir e impulsar medidas personalizadas dirigidas a cada uno
de los grupos que constituyen un colectivo tan heterogéneo, pero
dotándolas de la necesaria coherencia interna. Hay que ofrecer
respuestas diferentes a problemas diferentes, pero persiguiendo un
objetivo estratégico: el empleo de los jóvenes.
Aprobaremos un Plan de Empleo para Jóvenes que incluirá medidas específicas dirigidas a diferentes grupos dentro de las personas jóvenes desempleadas:
- Flexibilizar el sistema educativo para impedir que los jóvenes lo abandonen sin la cualificación y formación necesaria para su desarrollo personal y profesional.
‐ Promover la vuelta al sistema educativo de los desempleados más jóvenes, sobre todo de aquellos que lo abandonaron sin la titulación básica.
‐ Dotar de una cualificación profesional acreditada a todos aquellos jóvenes que carezcan de ella, o que necesiten adaptarla.
‐ Facilitar la transición hacia el mercado de trabajo, a través de un primer contrato o del desarrollo de proyectos de autoempleo, de quienes han alcanzado una cualificación, pero carecen de experiencia profesional.
Jóvenes que no disponen de cualificación profesional
A los menores de 20 años debemos ofrecerles otras oportunidades desde el propio sistema educativo para que completen su formación básica y adquieran algún tipo de cualificación profesional específica, a través de los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI).
A los jóvenes desempleados de 20 a 30 años, que ni siquiera han
alcanzado la titulación de enseñanza secundaria, o que acreditan la ESO,
pero carecen de cualificación profesional alguna, la medida central que
desde el Plan de Empleo Juvenil se propone consiste en desarrollar y
aplicar el nuevo Contrato para la Formación y el Aprendizaje,
inspirado por el modelo de formación en alternancia o dual, que conjuga
el trabajo remunerado en una empresa con la formación que permita
adquirir una cualificación profesional reconocida, con protección social
plena y derecho a todas las prestaciones de la Seguridad Social.
Jóvenes que disponen de cualificación profesional
Para los jóvenes entre 20 y 29 años desempleados/as con titulación o próximos a obtenerla,
que bien no han tenido un empleo anterior, bien han tenido un empleo de
corta duración para el que no son necesarios los estudios que han
realizado, vamos a desarrollar un Programa de Primera Experiencia Profesional que,
en unos casos, se concretará en la celebración de un contrato de
trabajo y, en otros, consistirá en un sistema de becas para desarrollar
prácticas profesionales no laborales en empresas.
El Programa de Primera Experiencia Profesional permitirá dotar al
contrato en prácticas de una formulación más adecuada y de estímulos que
vayan más allá de las bonificaciones tradicionales, a cambio de un compromiso de las empresas con los jóvenes.
Jóvenes escolarizados con riesgo de abandonar el sistema educativo
Medidas dirigidas a jóvenes escolarizados con claro riesgo de abandonar
el sistema educativo sin ninguna cualificación profesional. La prevención del abandono escolar temprano
es el mejor instrumento para evitar el desempleo y la precariedad de
los jóvenes. Para evitarlo, junto a las propuestas para el éxito
educativo de todo el alumnado, recogidas en el apartado correspondiente,
desarrollaremos todas las pasarelas entre los diferentes niveles del
sistema educativo, e incrementaremos la oferta de programas de
cualificación profesional inicial y las plazas en los diferentes niveles
de la educación postobligatoria, especialmente en formación profesional
de grado medio, donde crearemos 200.000 nuevas plazas.
Nuestro objetivo es conseguir que ningún alumno abandone el sistema
educativo hasta que alcance la formación y cualificación necesaria para
su desarrollo personal y profesional.