domingo, 30 de septiembre de 2007

100 días de Tripartito

Mucha gente pedía que fueramos pacientes con la nueva corporación y que no les estábamos dando tiempo a hacer nada. Pues se han cumplido los cien primeros días de gobierno tribanda y el balance de la gestión no puede ser más negativo.

Los problemas de tráfico siguen sin resolverse produciendo crispación entre los vecinos que desembocan inevitablemente en discusiones que a veces terminan en agresión.
Los servicios sociales saturados de peticiones como consecuencia de las promesas electorales.
Las fiestas de Agosto son un fiasco y cuestan unos 138.000 €, que además, se pagan en metálico. ¡Y eso que decían que no iba a haber dinero! Claro, que no hay dinero para los anejos, como siempre. Todavía no se han pagado ni las fiestas de Zujaira ni de Casanueva ni de Fuensanta.
El aljibe para el riego del campo de fútbol es un foso profundo al que cualquiera puede caer, sin que se sepa cual es el proyecto ni como va a terminar.

El Área de Juventud es un despilfarro sin sentido.
El puente de Alitaje se parte por la mitad bajo un vehículo pesado y nadie sabe quien es el responsable ni quien lo va a poner de nuevo en uso.

El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) no termina de echar a andar. Los 83.335,67 € para la elaboración del PGOU están gastados y sin embargo, del nuevo Plan nada se sabe.

La Residencia para mayores continúa sin funcionar y no se sabe cuando será el día.

Los empleados municipales reciben órdenes contradictorias, sin saber cual atender.

La seguridad ciudadana ni es segura ni está de parte de los ciudadanos, como queda de manifiesto en los casos que se han venido produciendo en este último mes.

A la vista de esta situación, lo mejor que se le ocurre al Alcalde, es irse de vacaciones a los dos meses y poco de su mandato y dejarnos dos Alcaldes suplentes. Teresa Fernández durante 6 días y Juan Agudo otros 6 días, o sea tres Alcaldes en tres meses.

Nos asaltan dos preguntas sobre esta última cuestión, que nos llevan a otras dos conclusiones, cada cual más grave:

¿Se puede permitir el Alcalde de Pinos dos semanas de vacaciones, a los dos meses y poco más de trabajo, con el sueldo que cobra?

¿Se va el Alcalde de Pinos de vacaciones, porque no tiene en su agenda ningún asunto de importancia suficiente, para mantenerlo ocupado? ¿O es que la agenda del Alcalde está en blanco?......
¡¡Y esto si que puede ser malo para Pinos!!


Extracto del Boletín nº 2 de Septiembre de 2007.