martes, 7 de agosto de 2007

Pactos Legítimos

¿Todos los pactos son legítimos? Creo que por ahora sí, siempre y cuando se firmen a la luz del día, entre partidos democráticos y no supongan darle la vuelta por completo a la voluntad expresada por los ciudadanos en las urnas.

La negociación forma parte de la política democrática como mecanismo de encuentro de programas políticos afines, que dudo mucho que en este caso el de IU se parezca mucho al del PP (¿El Partido Popular de Pinos Puente hizo programa electoral?)

Con lo de “que se firmen a la luz del día”, me refiero a que no hace falta engañar a nadie (militantes, votantes, simpatizantes, partidos políticos…) para elaborar un pacto que con ello vaya a suponer desbancar a la lista más votada y hacerse con el sillón.

Claro que si este pacto hubiera salido a la luz antes de la toma de posesión, muchos de los militantes tanto de IU como del PP no lo hubiesen aceptado, ya que es muy difícil imaginar a un votante del PP (y ya no digamos a un militante) deseoso de ver en su alcaldía a un militante de Izquierda Unida o por lo menos eso es lo que yo creía.

El pacto se pervierte cuando se utiliza para dar la vuelta de forma descarada a la voluntad popular o cuando es utilizado por una fuerza minoritaria para imponer cuotas de poder que ni de lejos responden a lo que los ciudadanos expresaron en las urnas.

A todos nos parece más correcto que los partidos que pactan no sean ideológicamente contrapuestos, porque si lo son queda más en evidencia que lo único que les une es la ambición de repartirse el poder.

Es cierto que la política de pactos otorga a los partidos pequeños un poder excesivo al disponer de la llave en numerosos ayuntamientos.

En realidad, pactos contra natura no pueden considerarse más que aquellos que se firman por puro interés de pillar sillones.

Por ahora parece que no, porque subirse el sueldo de 1800€ a 3800€ es… POR EL BIEN DEL PUEBLO.